Si es que ya no quiero hablarte de lo nuestro,
pero vuelo en recuerdos
cuando paseas la vista por mis ojos,
cuando digo algo tonto y tú sonríes, cuando
sin querer vuelves a rozar mi piel,
cuando callas y me dices todo, yo lo sé, no
te preocupes…
Fin de la historia.
¿Cuantas veces me lo has dicho?
Y cuantas veces te he insistido de que a pesar
del tiempo y la distancia,
mientras más quieres ponerle un punto final a los
nuestro;
el destino interrumpe y alargamos la charla, continuamos los besos,
vuelves a enloquecer cuando mis dedos te tocan, recorrerte es rozar el cielo.
Ni
el paraíso es tan bello como tu cuerpo,
ni el fuego es capaz de encenderme tanto
como lo hacen tus movimientos.
Y por cada vez que llegas tú o llego yo, agregamos otro punto…
Ya no me
preocupo,
qué más da, sé muy bien que tú lo sabes,
y aunque quieras fingir,
nosotros
bajo las sabanas,
aún seguimos siendo puntos suspensivos.
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